La etiqueta y el protocolo

Pasto de tertulias ha sido el vestido de la ministro de defensa, Carme Chacón, en la recepción real de la Pascua Militar.

Para no ponerse - progre que es ella - un vestido largo, que era lo preceptivo, vistió un elegante smoking femenino variación del que, en su día, inventó Yves Saint Laurent y que muchas veces se han puesto las muy chic ministresas francesas, en sustitución legal del vestido de ceremonia, a pesar que para los hombres el smoking no sea de ceremonia, si no de fiesta (elegante "of course").

Muchos lerdos lo han criticado mientras que la reporter de La Vanguardia lo ha celebrado y ha destacado que el vestido de los hombres, todos de chaqué, no causa dudas. Pero la misma periodista, refiriéndose al chaqué masculino señala que "quizás el color podría ponerse en cuestión".

Y tiene toda la razón. No es que se pueda poner en cuestión si no que todos los ministros, incluido el patán del Zapatero, con chaqué negro, sencillamente, se equivocan. El negro es para las ceremonias de tarde-noche. En las ceremonias cómo bodas, o eventos cómo las carreras de caballos de Ascot, el gris marengo es el color correcto, por las mañanas.

Recuerdo que cuando la boda de la Infanta Cristina y el Urdangarín, en la Catedral de Barcelona y que se celebró por la mañana, los siempre "espabilados" periodistas se rieron del Príncipe Carlos de Inglaterra que era el único con chaqué gris. (*)

Era el único correcto y para reírse de los conocimientos protocolarios de la Casa Real Británica y del Príncipe de Gales, ya hacen falta cojones.

Coronel Von Rohaut

(*) La inmensa multitud de "novios", pijos pero ignorantes, que se casan por la mañana con chaqué negro, es porqué todavía no se han sacudido el pelo de la dehesa.
La "clase", a veces, no se adquiere si no que se lleva desde la cuna. Otra cosa es que, por comodidad y porqué no todo el mundo pueda permitirse varios chaqués en su armario, se haga evolucionar moda y etiqueta hacía pautas más populares y menos selectas y exclusivas. Pero ello siempre será una pérdida. Hoy no podría filmarse una película como "Top Hat", quizás el mejor musical de Fred Astaire y Ginger Rogers, él con su inseparable "frac" y sombrero de copa.