Parece que israelíes y palestinos estén a punto de aceptar la tregua o alto el fuego ofertado por la ONU y auspiciado por Hosni Mubarak, que lo diseñó con "Sarko".
Pero no es cierto que los judíos acepten la tregua si no que, en realidad, cesarán la ofensiva militar porqué ya habrán alcanzado sus objetivos. Pues desde el primer día, altos jefes militares israelíes tenían claro que la operación emprendida tenía que estar concluida antes del día 20 de enero, fecha de la toma de posesión de Barack Obama, con el fin que éste pueda iniciar su mandato limpio de polvo y paja. Y por esto los judíos han utilizado una gran potencia de fuego en su operación sobre Gaza, pues no les sobraba el tiempo.
Un analista político, catalán pero íntimamente ligado al Grupo Prisa (la SER, la Cuatro, el País) decía hoy por radio que, sin olvidar ni negar el derecho del Estado de Israel a su existencia, el derecho de los judíos a defenderse y bla, bla, bla, que era "obsceno" el que hubieran escogido, para su ataque, el momento de un vacío de poder en los USA.
Que un general escoja el mejor momento para el éxito de su operación o que escoja el mejor terreno para el buen resultado de su ataque, no es obsceno: es conocimiento, eficacia, estrategia. Las mejores virtudes de Napoleón eran el escoger siempre el momento y el lugar del ataque (Iéna, Austerlitz, Marengo, Wagram, etc.). Menos en Waterloo, que la cagó. (*)
Lo que es obsceno es la guerra, en si misma, no los resultados ni las consecuencias, siempre lamentables pero inevitables.
Y extremadamente obsceno es criticar las guerras de unos pero jamás las de los otros.
Y discutir sobre el fin de todas las guerras me parece ingenuo ya que la guerra parece formar parte indivisible de la propia naturaleza humana.
Coronel Von Rohaut
(*) Y en Rusia donde, cómo años después a Hitler, le superaron las condiciones, precisamente, del terreno escogido o aceptado.
viernes, enero 16, 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario