Jordi Barbeta y Enric Juliana son dos excelentes periodistas catalanes de La Vanguardia pero, cómo su propiedad, dirección y línea editorial, totalmente "encajistas" de Catalunya en el estado español, cuyo resultado, hasta la fecha y ya llevamos tropocientos años, a la vista está.
Hoy domingo, en sendos artículos, hablan de la catastrófica situación actual. El uno titula cómo "El mapa más escandaloso" aquel, ya citado por mí repetidamente, que muestra la prioridad excluyente dada por los gobiernos de Madrid al eje ferroviario Algeciras/Sevilla - Madrid - Bilbao - Frontera francesa - París - Europa, para vertebrar un espacio económico meridional/central/castellano hacía Europa, obviando y dejando de lado, condenándolo por lo tanto al ostracismo económico, el eje mediterráneo Almería - Murcia - Valencia - Barcelona - Frontera francesa - París - Europa, que, aparte de cubrir el mayor espacio exportador del estado español, que es el "arco mediterráneo", daría servicio a las naciones de la antigua Corona de Aragón, lo que ni Madrid ni Castilla pueden soportar, sobre todo por su miedo, real pero nunca confesado, que Catalunya algún día pueda independizarse. ¡ Y que ni tan solo está contemplado en ningún Plan Ferroviario Español, no fuera que su inversión fuera a parar a un país secesionista !
El otro, en un amplio estudio o "dossier", detalla minuciosamente todos los incumplimientos del gobierno central hacía Catalunya, las numerosas e inmensas putadas que no cesan, diría yo. Desde las clamorosas e indignantes negativas a facilitar las inversiones imprescindibles (con dineros que, precisamente, con anterioridad ya nos han robado a nosotros mismos...) para nuestro desarrollo, ahogándonos financieramente, hasta los oídos sordos a realizar unas transferencias que, muchas, ya figuraban en el primer Estatut, lo que confirma una deslealtad institucional inenarrable, al incumplir, durante más de veinticinco años, sus propias Leyes Orgánicas. ¡ Y solo para jodernos !
Y no digamos ya sus repetidas e insultantes negativas a dejarnos participar, ni tan solo participar mínimamente, en la gestión de aquellas infraestructuras vitales para nuestra economía o nuestro bienestar. Y muchas veces, sin la más mínima vergüenza, aduciendo las excusas más peregrinas, tal cómo si fuéramos unos sub-normales (que debemos de serlo si llevamos tantos años tragando...). Claro que nos podían mandar los tanques pero ahora, dentro de la Unión Europea, esto ya no es posible y ya sería hora de sacudirnos el miedo cerval que siempre ha atenazado a los cagados catalanes...
Pero siendo todo lo anterior verdad, escandalosamente verdad, yo no estoy de acuerdo con el pensamiento básico de estos excelentes periodistas, que reflejan la posición de muchos buenos catalanes, incluso catalanistas y de buena fe, pero cuyo pensamiento está castrado, mediatizado, por décadas de sumisión esclavizante al pensamiento imperialista castellano o español. Paralizado por el síndrome de Estocolmo y que los que lo padecen son siempre los últimos en aceptar su diagnostico y someterse a un tratamiento de desintoxicación mental.
Porqué yo no exijo, ni mucho menos pido por caridad, que el gobierno español, mi extorsionista, la Cueva de Alí Babá, me conceda por favor aquello que ya me pertenece. Ni que me aumente las dádivas, las transferencias, las subvenciones ni las inversiones que siempre, repito, siempre, serán una puta limosna humillante, una ínfima y ridícula parte de lo que me corresponde y que, encima, previamente ya me ha robado.
No, ahora ya no. Quizás antes me hubiera conformado con esto. Pero despues de ver lo que hemos conseguido con nuestra buena voluntad durante siglos, con nuestra estúpida creencia que, con pedagogía, nos hariamos querer y no hemos recibido más que escupitajos y que, literalmente se nos caguen en la boca, ahora ya no.
Ahora ya solo exijo aquello que ya es mío. Y administrarlo, gestionarlo y decidir yo aquellas prioridades que la nación catalana y sus gentes, sus habitantes, precisan. Incluso, si los políticos me han de robar, lo que a veces forma parte de sus genes, que me roben los míos que, por lo menos, siempre serán menos y lo que me roben quedará aquí...
¡ Y que me dejen ser yo ! Con mi personalidad, ni mejor ni peor pero distinta y mía. Con mi lengua y mi cultura. Con mi historia tantas veces prostituida, escondida, falsificada, tergiversada y amañada.
Y dejadme una pequeña expansión: ¡ A la mierda España, la puta España, la que me suda la polla... ! Independencia ya, ahora !!!
Coronel Von Rohaut
domingo, abril 19, 2009
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