Si bien ya he dejado dicho que me importan muy poco (*), sólo un par de pinceladas sobre los nuevos (o no tan nuevos, porqué algunos ya están muy sudados...) cretinos que vienen a jodernos.
El Chaves, que lleva muchos años pilotando una de las autonomías que más chupa de la teta catalana a la que, encima, desprecia cada vez que habla, llega al ministerio de Administración Territorial con el objetivo, fijado por el "Gran Trilero", el ZP, "para cohesionar las autonomías".
Dicho en román paladino o en cristiano: "menos autonomía y más centralismo". Confirmado por la vicepresidenta De la Vega, al salir del primer Consejo de Ministros...
Y mintiendo o girando la verdad del revés siempre a su favor, dice que hay que "repartir más justamente los dineros", lo cual quiere decir exactamente lo contrario pues es inimaginable que quiera decir que nos dará más a los catalanes, que somos los que hace años que somos salvajemente expoliados por el resto de España. No; esto quiere decir que todavía serán más injustos y aún intentarán exprimirnos, saquearnos un poco más, hasta que nos hayan destruido y pisoteado del todo.
Mientras, de la nueva ministra de Cultura (de cultura castellana, claro está) se confirma que ya en su día, cuando no era mas que una vulgar guionista de cine de Madrid, se declaró simpatizante del "Manifiesto por una sola lengua", la castellana, faltaría "plus". O sea, de la González-Sinde a la Rosa Díez, el Jimenez Losantos y demás ganado del fanatismo integrista y ultra-castellano, no hay ni un paso.
Huelga decir que todo lo anterior, que va confirmando los peores augurios del giro del gobierno zapateril hacía el españolismo más rancio (sus manifestaciones de "estado plural" fueron siempre simples tácticas no sentidas ni asumidas ya que un español es siempre un español, sea de derechas o sea de izquierdas), debido al miedo que tienen a que el PP les vaya comiendo el terreno por la senda nacionalista, a mi me encanta.
De verdad; cuanto más enseñen el plumero mesetario y nacionalista castellano, excluyente e imperialista. Cuanto más muestren sus verdaderas cartas, sus ansias y deseos nunca escondidos (solo disimulados) de arrasar con la molesta especificidad catalana, cuanto mas descaradamente nos jodan y roben, más (espero) las buenas gentes de aquí se caerán del guindo y asumirán que no hay vida en España. Que para los catalanes, los que vivimos aquí y vengamos de donde vengamos o sintamos lo que sintamos, la única esperanza de supervivencia, no ya como Nación que esto puede tener un interés relativo, si no hasta como sociedad libre y bien estante, como personas con el nivel económico y de bienestar que nos corresponde por nuestro trabajo, es la independencia plena y soberana, con un estado propio que pueda velar por nosotros y tenga los recursos necesarios, que no serían más que los suyos propios.
Lo demás será, siempre, una vida lánguida de colonia explotada, saqueada, decadente, insultada y humillada.
Y a la Ley enunciada en el título, yo antepongo la de "Cuanto peor, mejor" o "Que todo reviente, para cambiarlo".
Coronel Von Rohaut
(*) ¿Que más nos da unos bastardos que otros?
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