Y no es ni mucho menos la primera vez que me ocurre. Me llaman por teléfono para hacerme una encuesta, estudio sociológico, estudio de mercado, estudio estadístico o lo que cojones sea.
Lo primero que me preguntan, casi siempre, es cuantos años tengo y al responder que setenta, me dan las gracias muy efusivamente y me dicen que ya puedo colgar.
No les interesa una puta mierda mi opinión, ni lo que digo, quiero, hago o dejo de hacer. Y solo porqué, según ellos y a pesar de toda mi experiencia y conocimientos acumulados y actualizados, ya soy viejo y al parecer, ya no cuento ni intereso para nada.
¡ Coño, pero si cada vez somos más y pronto seremos mayoría, los putos yayos !
Ah, y la puta juventud no es más que una enfermedad que se cura con el paso de los años... y este sagaz y profundo pensamiento también es válido para las chicas de treinta años que me miran por encima del hombro, o ni siquiera me ven las muy tontas que no saben lo que se pierden... (*)
Coronel Von Rohaut
(*) Como diría el payaso del Berlusconi el cual, a pesar de todo, cada día me cae más bien por su deseo desesperado de parecer más joven y gracioso y su persecución de chicas cada vez más jóvenes que él. Es un patán y un impresentable pero me produce un cierto sentimiento entrañable, además de envidia ya que, con su pasta y posición, lo tiene bastante mejor que yo....
martes, mayo 05, 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Querido Coronel:
Una vez más, estoy completamente de acuerdo con su opinión, de punta a punta. Aunque a mi me falta mucho para llegar a los 70, sólo hay que leer su blog y atinados comentarios que, entre otras particularidades, crean adicción.
También es cierto que, mi caso, presenta otra variante. Todas las chicas de 30 años hacia abajo, poco menos que me someten a un acoso sexual permanente.
Pero como esa ha sido la constante de mi vida, no es problema para mí.
De todas maneras, según me consta, a partir de los 80 hay un cambio radical en esas posiciones, y la gente de esa edad, vuelve a estar valorada como corresponde.
Un poco de paciencia, que todo llegará.
General Rogelius
Publicar un comentario