Si un presidente de Valencia, el Fabra, a su antecesor en el cargo, el Camps, un chorizo (presunto) juzgado por corrupción y que es lo más feo que puede ser un político, lo alaba hasta el ditirambo, dice que seguirá su camino y lo eleva a los altares ¿se le podría juzgar por complicidad?
Y esto que el Camps parecía gloria cuando sustituyó al Zaplana (un murciano avalencianado) que ni siquiera se avergonzó en declarar que él estaba en política para forrarse y a fe que lo hizo a base de comisiones y recalificaciones y turbios negocietes sucios (Terra Mítica y otros filibusterismos). Según contaban las gentes, que yo no lo se y por lo tanto no lo afirmo, Dios me libre, solo lo comento.
Y pregunto yo ¿será culpa del clima de esa región levantina o un castigo de Dios por haber preferido ser la playa de Madrid antes que la Catalunya del sur?
Ya lo decíamos en Catalunya "valencià i home de bé no pot ser". Y por algo será, con perdón... ya que cuando el río suena... (*)
Coronel Von Rohaut
(*) Con todas las excepciones que se quiera ya que sin excepciones no habría reglas. Pero hasta mi abuelo salió rana ya que, el pobre, a principios del siglo XX y emigrante a Catalunya desde su Xàtiva natal, ya era "lerrouxista" que, más bajo, es difícil caer...
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