viernes, agosto 03, 2012

La pornoguerra


Mandos del ejército, senadores religiosos y "padres" o curas militares ya han abandonado su lucha contra el uso y abuso de material pornográfico en las fuerzas armadas. Es una guerra perdida, si bien todavía no permiten que se puedan adquirir revistas en las tiendas administradas por el ejército o en el interior de las bases, buques de guerra, etc.. "Que crucen la calle", les dicen a los soldados recalentados.

Pero ahora el mando de la "Missile Defense Agency" ha prohibido terminantemente, bajo amenaza de sanciones, el ver programas o páginas porno a través de los ordenadores del servicio. Y no por un tema de moral, que también, si no por la facilidad, de todos conocida, con la que a través de tales páginas o webs pueden entrar virus informáticos y códigos maliciosos.

No quiero ni saber que ocurriría si uno de dichos virus actuase en el momento de un ataque enemigo por missiles intercontinentales, donde todo el sistema de defensa nacional recae en los ordenadores...

Ya es suficiente con los ataques de la guerra cibernética; no se precisa la ayuda de tetas, culos y coños al ataque.

Coronel Von Rohaut

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