O sospechas fundadas de ataque frontal y, ya, descarado. Por Catalunya se extiende una cierta obsesión conspirativa, una cierta constatación de la existencia de una conspiración anticatalana, siempre presente pero ahora intensificada, exacerbada desde que aquí hemos reactivado las pretensiones independentistas o, cuanto menos, de concierto fiscal o soberanía económica plena. Sería la reacción españolista y ya esperada, de defenderse atacando, a nuestra acción catalana de plantar cara.
Hay una marea recentralizadora de España, claramente fomentada.
Nos son solo los ataques, ni que sea con calumnias, mentiras y falacias de la "brunete mediática". O la absoluta falta de inversiones en nuestras infraestructuras, lo que asfixia nuestra economía productiva, que es lo único que tenemos frente a España. Y el acorralamiento fiscal por parte del gobierno central negándose a adelantarnos dineros que son nuestros y a pagarnos, no solo lo que nos roban, si no incluso a transferirnos las deudas reconocidas por ellos mismos, lo que nos asfixia y nos acerca al abismo de la quiebra institucional y, consecuentemente, a la intervención del estado y suspensión del gobierno autonómico.
Es también la persecución judicial a partidos políticos y a hombres de gobierno o líderes catalanes víctimas de denuncias; que habrán delinquido. ¡O no! Pero que de momento ya están expuestos ante la opinión pública a través de las portadas de los medios.
Calumnia, que algo queda...
O la irrupción, por la fuerza, de la Policía Nacional Española en el Cuartel General de los Mossos d'Esquadra en Sabadell, en busca de unos documentos escondidos... ¡Inaudito que un cuerpo de policía asalte a otro cuerpo, en un país democrático! ¿Lo es España?
Como ahora, un atleta catalán, Àngel Mullera, de Lloret de Mar, al que el COE le ha impedido participar a los JJ.OO. de Londres, por unas conversaciones en las que, al parecer se hablaba de un plan de doping. El Comité Olímpico Internacional dijo que no había nada que le impidieses participar pero el COE (Comité Español) escondió el dictamen. El atleta recurrió ante el Tribunal de Arbitraje de Londres (lo que no hubiera hecho falta) y este ha confirmado que puede ir; lo que, el inculpado erróneamente, está gestionando ahora, ya que tiene que hacerlo a través del Comité Español...
Porqué las leyes olímpicas señalan que para haber acusación de doping ha de haber una prueba analítica; y en el caso de Mullera ni le han encontrado jamás rastros de sustancias prohibidas en los numerosos análisis que le han hecho, ni le han encontrado sustancias prohibidas en su poder ni en su domicilio; como si ha ocurrido con numerosos ciclistas y atletas españoles, a los que la prensa ha defendido siempre hasta el final.
Y aquí la gente se pregunta ¿se hubiera actuado igual, y de forma preventiva y sin pruebas, por parte de los dirigentes españoles si el sospechoso no hubiera sido catalán?
El temor conspirativo no es ninguna fantasía ni manía persecutoria de los catalanes... Hay en marcha una poderosa conspiración española contra Catalunya, ahora sumada a la opresión secular y a la que casi ya estaban acostumbrados algunos (síndrome larvado de Estocolmo).
Coronel Von Rohaut
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