Mucho gilipollas, cuando le hablas de la posibilidad que compitan oficialmente selecciones deportivas catalanas o, incluso y tan solo por tener que aguantar la, para él, insoportable imagen del Xavi o el Puyol mostrando una bandera catalana, chilla indignado o te amenaza con el dedo acusador levantado, diciendo "¡que no hay que mezclar deporte con política!".
Claro que esto lo dice él que ya tiene sus selecciones y sus banderas...
¿Pero, desde cuando el deporte no es política? ¿O no lo es los desfiles de todos los países con sus banderas al frente y sonando repetidamente los himnos nacionales? ¿O no lo es los príncipes de España, viendo el partido de la selección "nacional" de baloncesto, envueltos en una bandera española?
Y precisamente después de ver este partido (en el que las tres o cuatro principales figuras de la selección española son catalanes, así como varios de los medallistas o sea, casi la mitad), un periodista dice: "¡Qué envidia de no tener selecciones catalanas. Cuanto me gustaría vibrar en unos Juegos Olímpicos!".
Pues lucha para ello; hay que echarle huevos...
Coronel Von Rohaut
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