Por lo menos este año y en el día de la festividad de Todos los Santos (aka Halloween) y contrariamente a años anteriores, si bien no he tenido que enfundarme en un abrigo como cuando era pequeño, si que he ido a comprar los deliciosos y caros "panellets" (no las castañas ni los boniatos, que no me gustan demasiado) con un jersey ya que el tiempo era fresco. Y ha llovido bastante y fuerte y, aún que un poco tarde, hemos tenido setas, "rovellons". Y hoy hace un frío del carajo por lo que supongo el grajo, que en la ciudad no los hay, debe de volar bajo. Y aún ha de bajar más.
Quizás todo lo anterior, en Catalunya, es para celebrar que nos empezamos a despertar del largo periodo de sumisión, capitulación ante el poder central omnímodo y profundamente injusto, humillante para la nación catalana, su cultura y su personalidad, y expoliador, saqueador, de todos nuestros recursos.
Que Dios nos haga fuertes para soportar los embates, los ataques, frontales o insidiosos, que recibiremos de las fuerzas centralistas y colonialistas, tanto políticas como mediáticas y, especialmente, de las grandes dinastías españolas de altos funcionarios del estado, que monopolizan el poder (los políticos pasan pero los altos funcionarios quedan), como los de AENA, un organismo del Ministerio de Fomento que, cuando se tumbó el proyecto de traspasar a la Generalitat la gestión comercial y económica del aeropuerto de Barcelona/El Prat (nadie había pedido el control del tráfico aéreo, si no tan solo decidir nosotros cuando y a donde se volaba y con que tarifas aeroportuarias, etc.), que en casi todos los países de Europa y Norte América está o en manos privadas o de entes locales como la famosa New York Port Authority) lo celebraron descorchando botellas de champán en sus despachos. O las resistencias numantinas que hubieron cuando se decidió deslocalizar a Barcelona (y ya era bien poca cosa) la Comisión Nacional de Telecomunicaciones que, al poco de volver el PP al poder, a la chita callando ya se ha devuelto a Madrid. O la posición claramente sectaria, partidista y endogámica de organismos encarcarados e ineficientes como el tribunal de Cuentas, los Tribunales Superior (imagen de arriba) y Constitucional, y ya no digamos las actuaciones siempre recentralizadoras de los Cuerpos de Abogados del Estado (en la imagen de abajo, en 1931), etc.
En fín, a ver si al final del túnel empezamos a ver la salida y solución de todos nuestros problemas como nación y como comunidad humana y podemos empezar a vivir como seres libres y con plenitud de nuestros derechos y de nuestras capacidades económicas.
Amén.
Coronel Von Rohaut
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