- Le doy la razón a Artur Mas: Adolfo fue un hombre, además de físicamente agradable (enamoraba a las mujeres), próximo y simpático (un embaucador/seductor), audaz y valiente, tanto políticamente como personalmente. En su enfrentamiento a la caverna y a los espadones, le echó un par de cojones. Lo que es muy de agradecer...
- También tiene razón Más cuando dice que ahora no hay nadie así (en el gobierno de España) y que haría falta (*). El Rajoy es su antítesis: huidizo, desleal y cobarde.
- Es cierto que fue un político dialogante y de consenso. Pero no deben olvidar, los catalanes, que propició el "café para todos" para aguar el "caso catalán". Y como recuerda alguien, concedió los cambios necesarios para preservar la estructura unitaria y radial de la España de siempre. Él estaba orgulloso de ser "un servidor del Estado", y en España no hay más estado que el castellano.
- Tenía razón el propio Suárez cuando dijo que media España le consideraba un traidor (a los postulados franquistas) y la otra media iba a por él (los socialistas ansiaban tocar poder). Pero cayó por la falta total de apoyo, traicionado por su propio partido. Lleno de Brutus (especialmente los numerosos democrata-cristianos).
- Descanse en paz. En su momento, fue muy positivo para la modernización de España y la llegada de la democracia; a cada cual, lo suyo.
(*) No tiene razón el comentario de Roca Junyent, diciéndole a Mas que no instrumentalice la muerte de Suárez. El comentario de Mas fue un elogio. Y Roca Junyent, gran parlamentario de la transición, hace tiempo que solo busca sacarle lustre a su actuación en aquella época y preservar su lugar en la Historia. En su catalanismo, se quedó corto (como Pujol), si bien quizás entonces no daba para más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario