La reconocida eficiencia hispana, tan valorada a nivel internacional y desde tiempos inmemoriales

Escucho a la enana del gobierno (Abogado del Estado, al igual que la Cospedal) explicar que el Presidente de la Comisión de Sabios a la que el excelente (sic) Ministro de Hacienda de España, el Montoro, le encargó el proyecto de reforma que acaban de presentarle, un andaluz llamado Lagares (*), en los años 80 ya presidió un comité de Hacienda para luchar contra el fraude fiscal.

¡Vírgen Santísima! Con el éxito brutal que todos conocemos, puesto que España sigue siendo, 30 años después, uno de los países, si no el país de Europa con más fraude a la hacienda pública...

¿Y con ésta gente es con la que los catalanes hemos de jugarnos los cuartos? (**)

Casi preferiría tener que bregar con un capomafioso siciliano que, seguramente, sería más listo...

Coronel Von Rohaut

(PS) En relación al título, quiero hacer mención al enviado diplomático plenipotenciario español al Congreso de Viena de 1814/1815, el extremeño marqués de Labrador, que fue el único (junto con el portugués) que no consiguió nada para su país. Mucho menos que el embajador francés, el príncipe de Talleyrand, todo y que éste había perdido la guerra...
Del marqués de Labrador, el Duque de Wellington dijo que era el hombre más estúpido que jamás había visto...
(*) Economista, Inspector de Hacienda y Catedrático, pero español...
(**) Desde tiempos inmemoriales es legendaria la burricia, ineficacia y pedante complejo de superioridad, junto con una total ineptitud e inutilidad funcional, de muchos de los altos funcionarios hispano-castellanos: diplomáticos, inspectores de hacienda, abogados del estado, economistas del estado, etc., etc.