Los adelantos tecnológicos, cada vez más precipitados, hacen que cualquier objeto esté viejo y obsoleto a los cuatro días de aparecer.
Pero en su día, años 70 del pasado siglo, los relojes eléctricos, de cuarzo, asiáticos, como los populares Casio o los más selectos Seiko (todos japoneses), arrasaron con la industria relojera mundial (de cuerda mecánica, automática o no) excepto con las marcas suizas de gran lujo, que no se llevan por su utilidad (*) si no por su "status" social o signo de distinción; y sobrevivieron los Rolex, Patek Philippe, Vacheron et Constantin, Breitling, Cartier. Omega, Audemars Piaget, TAG Heuer, Baume et Mercier, Hublot, IWC etc., o Longines (del que, por cierto, yo poseo uno, de oro y con cadena, que heredé de mi padre y que es extremadamente delgado y elegante, como ya no se hacen).
Lo que no se sabe es si ahora resistirán la segunda revolución que lleva a cabo "Apple", con todas sus aplicaciones electrónicas e informáticas...
Clikar aquí encima para leer un artículo sobre este tema.
Coronel Von Rohaut
(*) Yo tenía un Seiko japonés, no barato ya que era para hacer inmersión, pero eléctrico y cronómetro dual, analógico y digital. No se había movido ni un segundo al cabo de uno o dos años o sea, era mucho más preciso que un Rolex mecánico que también tenía, y que conservo y utilizo como reloj de diario ya que está un poco gagá, como yo...
miércoles, marzo 11, 2015
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