... y viendo el partido del Barça de la Champions contra el Manchester City, ayer tuve la sensación que, en realidad, estaba en la platea del Palau de la Música y viendo al director de orquesta Herbert Von Karajan y al violinista Yehudi Menuhin (ambos ya fallecidos), fundidos en una sola persona, el Leo Messi, llevando la batuta del partido e interpretando los solos de violín, con sus arpegios, tocatas y fugas (pases imposibles, driblings, slaloms y cambios de ritmo). Un auténtico recital deportivo-artístico.
Pero cuando hacía sus numerosos caños, antes llamados túneles, pensé que quizás en una vida anterior, el Messi fue ingeniero de caminos, canales y puertos y había construido el Túnel del San Gotardo. Y como que al "caño" futbolero, en catalán le llamamos "sotana", también me imaginé que estaba en la Basílica de San Pedro de Roma y que el Messi jugaba, bendecido por Dios y observado, a lo lejos, por el mismo Miguel Angel, bajo el baldaquino de Bernini, también constructor de toda la columnata de la Plaza de San Pedro.
Pero, en este caso, el templo era el Camp Nou del Barça...
Solo le faltó el gol (pero los porteros también juegan) que hubiera sido el golpe final o explosión del címbalo como coda de una sinfonía wagneriana.
Ahora que vengan a contarme que el Cristiano es mejor futbolista o ni siquiera parecido. Éste portugués, buen goleador, a veces, solo toca el bombo...
Coronel Von Rohaut (culé sectario, convicto y confeso)
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