"Los besos en el pan"

Veo por la tele a una escritora presentar su ultimo libro que se titula así y dice es un libro de recuerdos de su infancia cuando, en su casa, si le caía un trozo de pan al suelo, sus mayores, cuando lo recogía, le hacían darle un beso en señal de desagravio y porqué, en tiempos de hambre, el pan era sagrado, un bién de Dios.

Yo, que no lo hacía, también recuerdo haberlo visto pero, sobre todo, el hecho me trae a la memoria cuando, de pequeño y con mi abuela íbamos a pasar los veranos a su pueblo, Santpedor y, cuando íbamos de visita a casa de algunos familiares, a veces coincidiendo con las horas de las comidas, me llamó siempre la atención que en las cocinas, que usaban de comedor de diario, se sentaban alrededor de una gran mesa redonda, de madera rústica y con las alas plegables o abatibles y, debajo, había una gran cajón, "el calaix del pà", donde se guardaba una gran hogaza o "pà de pagès", redondo, así como el cuchillo, grande y ancho, de cortarlo.

Y cortarlo, si bien sin ninguna pompa ni excesiva ceremonia pero de forma un tanto tradicional, lo hacía siempre el cabeza de familia y, antes de cortar las rebanadas que luego repartía por orden de categoría familiar, con el mismo cuchillo hacía una "señal de la cruz" en la base de la hogaza. Cuchillos que, entonces, no acostumbraban a tener el filo de sierra.

Viejas costumbres familiares, más de tradición (en este caso rurales y catalanas) que de religión propiamente, pero que quizás en nuestras casas occidentales deberíamos revivir para diferenciarnos de los putos moros y sarracenos invasores, y enfrentar sus costumbres islamistas y que tratan de imponer en nuestra sociedad (*), con las nuestras, sencillas pero de raíz cristiana y civilizada.

Coronel Von Rohaut

(*)  Vestirse como fantasmas y las mujeres con la caras tapadas por las calles, exigir horarios diferenciados masculinos y femeninos en las piscinas públicas (y donde pretenden bañarse vestidas), exigir comida "halal" y tratar de prohibir, en los comedores escolares, la presencia de carne de cerdo

(principal base cárnica y aporte proteico de la dieta europea y, con el pan y el vino, signos de la cristiandad: pan con tomate y una buena loncha de jamón serrano, con un vasito de vino de la tierra, y al Mahoma pederasta que le den pol culo en su pais, los comedores de dátiles).