Economistas españoles se extrañan y muestran su asombro que Comunidades españolas que llevan años recibiendo fuertes ayudas de todo tipo (*) del gobierno central, como Andalucía y Extremadura en infraestructuras como autopistas gratuitas, etc., al cabo de 30 años sigan a la cola del PIB español y no hayan avanzado nada en su situación económica dentro del ranking nacional.
Pero es que la caridad no ayuda y estas comunidades (y otras), en lugar de invertir las ayudas para montar estructuras productivas rentables que hagan adelantar la economía, se han limitado a disfrutar de dichas ayudas para ir tirando en el día a día y vivir sin pegar un palo al agua (siempre habrán excepciones, claro; yo generalizo y a las pruebas y resultados estadísticos me remito).Coronel Von Rohaut
(*) Aparte de los PERS y otras mamandurrias por ejemplo, en inversiones anuales del estado presupuestadas para educación, la Junta de Extremadura, para cada extremeño (per capita) recibe mucho más dinero que la Generalitat de Catalunya para cada niño catalán. Así como la Junta de Andalucía en dinero para sanidad; mucho más por cada andaluz. Y si no te lo crees, míralo en la Contabilidad del Estado.
Y por ello en las escuelas de Extremadura hace ya años que han podido poner un ordenador para cada estudiante, lo que no puede hacer la Consejería de Educación catalana. Y en Andalucía la sanidad pública puede pagar los cambios de sexo y otras frivolidades, mientras en Catalunya (a pesar de tener la Sanidad pública y privada más performante, gracias al altísimo nivel del personal clínico) se perpetúan las demoras en intervenciones quirúrgicas por falta de inversiones suficientes.
¿He de recordar que el dinero lo tiene y reparte el gobierno central hispano-castellano?
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