El "premier" laborista Tony Blair era admirador de Margaret Thatcher y que alguien me diga en que se diferenciaba del actual conservador David Cameron.
El Primer Ministro de Francia, el Manuel Valls, no es tan de extrema derecha como la Marine Le Pen, pero no mucho menos conservador que Nicolas Sarkozy.
En España, los viejos dinosaurios del PSOE, envejecidos, acarcamalados y de piel endurecida, como el Felipe Gonzalez, el Guerra, el Bono, el Vázquez (que muchos ya eran muy fachas) y, especialmente, el Corcuera, el Leguina y el Rodriguez Ibarra, etc., son más parecidos al Aznar y más próximos a los postulados de la FAES, que a los viejos ideales del Socialismo de la Segunda Internacional (*).
Y el Pedro Sánchez Castejón, nieto de un general franquista, va por ahí. Ya veremos como acaba, pero ya enseña la patita ultranacionalista española y con ganas de amancebarse con el neo-falangista Rivera.
Si yo fuera jóven (que no lo soy) y fuera español (que ni lo soy ni lo deseo, y líbreme Dios), posiblemente dudaría si votar a "Podemos" (**), pero que tampoco creo que acabe bien; es por aquello del ADN hispano-castellano...
Coronel Von Rohaut
(*) La socialdemócrata (imagen superior), por oposición a la Primera Internacional liderada por Marx y Bakunin.
(**) Yo he sido siempre de derechas pero la derecha española en general y el PP en particular, da un asco que te cagas.
Hace muchos años y hablando de política con mi esposa Q.E.P.D., decíamos: "que suerte tenemos de ser catalanes y vivir en Catalunya, donde tenemos al Jordi Pujol para votarle, y no hemos de dudar entre el PP y el PSOE, que ambos los dos producen arcadas".
Y a la Convergència del Pujol de entonces (con todos sus fallos y cobardías), yo todavía la reivindico. Y al propio Pujol, con muchísimas más luces que sombras (y solo una gran cagada) en su larga biografía de estadista.
viernes, febrero 19, 2016
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