Finalmente el "conseller" de Asunto Exteriores de la Generalitat, Raül Romeva, podía encabezar la delegación que, en un pueblo del Somme (*), celebraba la inauguración de una placa en recuerdo de un catalán, Camil Campanyá que, al frente de varios soldados voluntarios catalanes adscritos a la "Légion Étrangère", luchó y murió en aquella trágica batalla de la Gran Guerra o IGM.
Francia, por presiones de la diplomacia española, quería que dicha delegación la encabezara un miembro del estado español. Pero finalmente se consiguió hacerles ver que los catalanes homenajeados eran "independentistas radicales catalanes" y no hubiera sido coherente (ni tan siquiera moral...).
Coronel Von Rohaut
(*) Belloy-en-Santerre, dos de cuyas calles llevan todavía hoy el nombre de Catalunya y Barcelona.
martes, julio 05, 2016
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