Entre los siglos 12º al 19º, Finlandia, el país de los maravillosos bosques y lagos, era una provincia o Ducado del Reino de Suecia. Y un Gran Ducado, autónomo, de Rusia, a partir de 1809.
En 1917 y a raíz de la Gran Guerra (IGM), Finlandia obtuvo su total independencia pero, en 1939 y por motivo, según los rusos, de las tendencias pro-germanas de los fineses, Rusia invadió Finlandia con medio millón de soldados, creyendo que el minusculo estado finés caería facilmente.
Pero en la llamada Guerra de Invierno (1939-1940), en las imagenes y que tuvo lugar preferentemente en los tupidos y nevados bosques en los que los fineses combatieron valientemente y, equipados con esquís, se sacudieron a los rusos (que no eran todavía lo que serían después). Hasta que en 1940, agotados, tuvieron que rendirse a Rusia, que les quitó el Istmo de Karelia, que separa el Mar Báltico del Lago Ladoga, en el que se encuentra la ciudad imperial de San Petersburgo y hasta el final del imperio soviético, les impusieron una neutralidad forzada.
Ahora y ante las ultimas veleidades belicistas de Putin (Ukrania y Crimea, Países Bálticos, etc.), es posible que Finlandia se vea impelida a solicitar su ingreso en la NATO, para asegurarse una autoprotección frente al oso vecino u ogro ruso.
Coronel Von Rohaut
miércoles, julio 06, 2016
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