Un obispo español y gilipollas (son sinónimos) dice que los preservativos son los causantes de las infidelidades matrimoniales. Y sí, es un gilipollas.
Ahora bién, estudios sociológicos confirmados gracias a la utilización del análisis del ADN han confirmado que, durante años, una de las actividades preferidas de muchas santas esposas era ponerle unos buenos cuernos al marido con un buen semental (un vecino guaperas, el butanero, etc.), quedar embarazadas y colgarle el hijo a dicho marido engañado.
Al nacer el niño exclamaban "Oh, qué guapo es, es igualito a ti y hasta se parece a tu madre...".
Y el tío, encantado, le daba el apellido y pagaba los gastos.
Pero como que no hay mal que por bien no venga, esta actividad de las santas esposas también podría considerarse como una forma científica de mejorar la raza. Con las vacas hace años que se pone en práctica...
Coronel Von Rohaut
viernes, julio 27, 2018
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario