Me explican en una página las toneladas de cereales necesarias para producir una sola de carne, y es cierto. Y que cada día los países ricos, relativamente cómo el nuestro, comen mas carne. Demasiada, y es cierto, incluso para la buena salud. Y recomiendan que su sustitución por otros alimentos, "cómo el pescado", liberaría millones de toneladas de cereales para los pobres.
Pero otro día, otro sabio me explica que cada día los mares están mas esquilmados y empobrecidos, y es cierto. Que en el Mediterráneo casi no queda pescado, y es cierto, porqué yo veo que las anchoas de La Escala cada día son mas pequeñas. Y que los grandes arrastreros, que pescan con redes de deriva de varios kilómetros y arrasan con todo, terminarán con los caladeros del Atlántico, y es cierto. La pesca excesiva y descontrolada casi ha acabado con el bacalao en grandes zonas donde era habitual y ahora es cierto que la salvaje voracidad de "sushi" de los japoneses y la codicia de sus suministradores españoles y otros, está exterminando el atún rojo. Y la misma ecuación con los chinos, extinguirá a los pobres tiburones, masacrados por su pobre aleta dorsal. Y los insulsos peces de piscifactoría, están alimentados con cereales...
¡ Dios ! ¿Qué puedo comer para no dejar los coches sin bioetanol, los pobres mejicanos sin tortas de maíz, mis desgraciadas arterias (cargadas de colesterol) sin luz y todos los mares del universo sin pesca y vacíos de nutrientes, cómo al final de la película de Charlton Heston, "Cuando el destino nos alcance" (Soylent Green en el original), con Edward G. Robinson?
Y, sobre todo, ¿porqué dos sabios que escriben, se contradicen o me recomiendan soluciones que, a su vez, son negativas para otros problemas?
Coronel Von Rohaut
martes, julio 15, 2008
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