miércoles, mayo 25, 2011

Baterías principales de los acorazados


El viejo "Hood", diseñado durante la I Guerra Mundial y en servicio en 1920, y el moderno "Bismarck", en servicio en 1940, tenían, ambos, 8 cañones de 381/380 mm. (15') en 4 torretas dobles (4 x 2), dos en caza o a proa y dos en popa o en retirada. Si bien la telemetría óptica del alemán era muy superior, así como su alcance.

De la misma época o algo más modernos que el "Bismarck", los acorazados ingleses de la clase "King George V" como el "Prince of Wales" que participó en el hundimiento del "Bismarck", tenían 10 cañones de 356 mm. en tres torretas 2 x 4 (una delante y otra detrás) más una doble 1 x 2 (delante y encima de la cuádruple.

El acorazado francés "Richelieu" (y su gemelo el "Jean Bart" que no llegó a entrar en combate), de la misma generación que el "Bismarck" (y que los italianos de la clase "Littorio"), tenía una batería principal de 8 cañones de 380 mm. (15') pero en dos torretas cuádruples (ver foto) todas en caza. En esta disposición curiosa se parecía a los viejos acorazados ingleses de la clase "Nelson", como el "Rodney" que también participó en la caza del "Bismarck". Sus 9 cañones eran de 406 mm. y en tres torretas (3 x 3) todas delante, pero equivalentes, en rendimiento, a los más pequeños de 15'.

Lo "standard", no obstante, eran las baterías de 9 cañones en tres torretas triples (3 x 3), con dos a proa y una a popa. Como la eficiente y poderosa pero equilibrada clase americana "Iowa" (así como todas las clases inmediatamente anteriores), que montaban 9 cañones de 16' (406 mm.) con un alcance de 20 millas náuticas (32 kms.) y una eficiente dirección de tiro con una compleja calculadora mecánica (al final de su larga vida útil ya montaban ordenadores de tiro).

También en la configuración 3 x 3 era el poderoso "Yamato" japonés, cuyos cañones eran del calibre 460mm. (18.1'), lo mas grande que jamás se ha montado en un navío con artillería moderna.

Pero la época de los grandes navíos de línea, acorazados o "battleships", pasó con la aparición de los portaaviones, que se adueñaron de las batallas navales de la Segunda Guerra Mundial, especialmente en el teatro del Pacífico. Y que siguen siendo unas poderosas armas de guerra en este Siglo XXI, con su espectacular capacidad de exhibición y proyección de fuerza.

Coronel Von Rohaut

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