Me sabe mal que gente palme y me sabe mal que los agricultores españoles, quizás prematura y temerariamente acusados, sufran graves pérdidas por la interdicción de venta de los putos pepinos y diversos productos hortofrutícolas en varios mercados europeos.
Pueden haber sido contaminados en origen, por un abonado indebido (guarro, con aguas fecales) o una manipulación poco cuidadosa (¿no son los moros, trabajadores mayoritarios en la recolección de los invernaderos almerienses, los que cuando cagan se limpian el culo con una lata de agua?).
Pero también pueden haber sido esparcidos, como se ha dicho y a su llegada al mercado central de Hamburg, sobre un suelo poco o nada limpio (*).
Ahora bien , son tantas y tantas las veces en las que yo, a todo lo largo y ancho de España, entrando en los lavabos de tascas, bares y restaurantes, de carretera y de lujo, he visto salir de la cagadora a clientes, camareros y cocineros que, de la forma más natural, habitual, se reintegraban a la sala sin lavarse las manos, que ya no sé que pensar... ¡Aparte de pensar que son unos putos guarros de la madre que los parió!
Coronel Von Rohaut
(*) Porqué no es verdad, como escribía Espriu tantas veces equivocado de buena fe, que hacía el norte la gente sea más limpia...
martes, mayo 31, 2011
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2 comentarios:
Las plantaciones de pepinos "ecológicos" pasan auditorías de APPCC que dan un alto nivel de seguridad (nunca es un nivel absoluto).
Las malas prácticas en bares y pequeños negocios de hostelería son habituales en toda Europa, ahí lo que influye son los jefes, si el jefe es guarro o no lo es.
Lo que he visto en el resto de Europa es similar.
Otra cosa es la extraña manera con que las autoridades alemanas han encauzado la cuestión, sin esperar al examen de trazabilidad sin terminar el análisis de la cadena alimentaria, te hace pensar en una mano negra. El inspector Maigret decía: "busca a quien aprovecha el crimen".
Ya lo decían los romanos:
"Qui prodes" (?)
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