En un programa sobre temas económicos y en los comentarios que envían los tele-videntes y que van saliendo por la parte baja de la pantalla, leo muchos del siguiente tenor: "¿por qué no bajan los sueldos de los cargos públicos?" y otros, inocentes o subnormales de baba, se preguntan "¿por qué nadie reclama a los políticos que se bajen sus sueldos (*) antes que bajar los de los mileuristas?".
Pregunta que quizás es solo retórica o incluso formulada por un auténtico cachondo mental. Porqué vamos a ver ¿quién ha de ordenar la bajada de ingresos de los políticos, los mismos políticos, no?
Entonces, salvo que de pequeño te dieran de mamar aguarras y seas un auténtico zopenco y por lo tanto libre de culpa, ¿como leches puedes pretender o esperar que los políticos se bajen sus sueldos antes de bajar los tuyos?
Sí entiendo que, indignado, te lo preguntes para tus adentros, pero ¿formular la pregunta en voz alta? ¡Anda ya, idiota...! ¡Vaya pérdida de tiempo! Lo que si puedes hacer, en todo caso y en nombre de la dignidad, es salir a la calle y, a los políticos, apedrearlos. Y si consigues pillarlos, colgarles por los huevos de la farola más alta de la calle mayor de tu pueblo...
Coronel Von Rohaut
(*) Que, por cierto, no es la parte más suculenta de sus ingresos, si no que donde se forran es con las dietas y primas de asistencia a las numerosas Comisiones de las que forman parte y Consejos de Administración de sociedades estatales, provinciales o locales en los que han sido nombrados a dedo y solo por ser del partido, por ser "uno de los nuestros".
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