¿Os acordáis cuando el impávido y sobrado Mariano Rajoy afirmaba, durante la campaña electoral, que con su solo triunfo y la confianza que inspiraría su gobierno en Europa, al día siguiente mejoraría la situación de la economía española?
Pues desde la llegada al poder del Marianico "el corto" , la prima de riesgo de la deuda soberana española se ha duplicado: del 320 al 610.
Toma del frasco, Carrasco.
Y cuando el Ministro de Exteriores español, el García Margallo, solicita humildemente una ayuda al BCE (en realidad lo hace con la soberbia y chulería propias de todo buen pepero) y pide que el Banco Central compre deuda, el presidente del BCE, el Draghi, le contesta con suavidad pero con firmeza, que no es su función, por la que ha sido nombrado, la de resolver las carencias, sacarles las castañas del fuego, a los países con problemas por incompetentes.
Mario Draghi no mueve ni un dedo y dice que si España quiere un rescate total, que lo solicite. Pero que no nos pase nada, si vienen los hombres de negro.... (*)
Coronel Von Rohaut
(*) Yo tengo el corazón (y los intereses) partío. Por un lado me temo que hasta la pobre pensión de jubilado peligraría. Pero por otro me encantaría que a los prepotentes españoles les quitaran todo el poder decisivo sobre la economía, les prohibieran seguir malgastando los dineros, les frenaran el despilfarro que, y parece mentira, todavía mantienen (carísimas nuevas líneas de AVE a ninguna parte), y no pudieran ni desabrocharse la bragueta para sacarse la minga para ir a mear, sin permiso de Bruselas.
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