Una diputada sociata, del PSC o sea, catalana pero "botiflera", dijo que había que votar no al Concierto Económico de Catalunya porqué era anticonstitucional.
Y Ernest Maragall, el único sociata que votó a favor, le replica y se pregunta, con argumentación inapelable: "¿Es que el PSC ha de ser más papista que el papa (que el PP diría yo)? ¿Nos hemos de anticipar a lo que pueda decir el Estado (el enemigo añadiría yo)? Seamos catalanes y defendamos nuestros intereses legítimos y si a resultas de ello hemos de mover una coma de la Constitución, hagámoslo. ¿O es que todo es sagrado excepto el interés de Catalunya y los catalanes?"
Muy bien, salvo que yo no movería ni una puta coma de la Constitución española, igual que me interesa un carajo mover ni un guión de la constitución albanesa. Más bien deseo que se metan dicha Constitución española, bien enrolladita y engrasada para que no les duela, por el agujero del puto culo. Y salga cubierta de mierda, que es lo que es...
Lo que yo quiero es abrazar una Constitución catalana y ya me preocuparé que sea justa, culta, honesta y humana. Mirándonos en el espejo de la gran Constitución americana (que ha sido profusamente enmendada a lo largo de la historia) cuyo preámbulo se encabeza con la mención de "We the people", nosotros el pueblo, y más adelante establece el derecho al bienestar general (algunas constituciones como la brasileña van más lejos y declaran el derecho a la felicidad...).
Y los catalanes no somos felices en España ni España se siente feliz al tenernos que soportar, a pesar de vivir a nuestra costa. Lo ideal, para ellos, sería que los catalanes paguemos y callemos...
Coronel Von Rohaut
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