domingo, julio 08, 2012

Las pequeñas alegrías de la puta vida...


Acabo de beneficiarme una espaldita de cordero, compartida con mi hijo que la ha asado al horno. Un cordero criado en el Pirineo y que nos han bajado de la hermosa comarca de la Cerdanya, un auténtico "agnus Dei"... cuya ingestión he ayudado con un pequeño Rioja, "chambré" (o sea, a temperatura ambiente) y debidamente aireado.

Acompañada de unas patatitas asadas en su piel y que yo me he chafado con el jugo aceitoso de la cocción de la pierna; mi perra también ha tenido su parte y ahora mismo está tendida en un rincón del comedor, superando una pesada digestión, ya que antes hicimos un poco de aperitivo, unos boquerones, etc..
"And now it's siesta time".

Solo me molesta el fragor del ruido de los motores de la Formula 1 que dan por la tele; pero me da pereza alargar el brazo para coger el mando y bajar el volumen, que quieres que te diga...

Y claro que pienso en toda la pobre gente que pasa hambre y no solo en Etiopía, el Sudán, etc. Pero el que yo, hoy y por solidaridad, me hubiera limitado un poco, no habría solucionado estrictamente nada en absoluto.

Coronel Von Rohaut




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