sábado, agosto 11, 2012

La gamba de Palamós


La roja y con la cabeza azul. Por estos días y cuando yo veraneaba en Calella de Palafrugell (no hace tanto), cada año iba un día a la Lonja del puerto de Palamós, a partir de las 5 de la tarde que es cuando regresan las embarcaciones con la pesca del día (la "marée du jour" como dicen los gabachos).

Y adquiría unas gambas, seis por comensal y de la clase "extra", mayores que las grandes y que no se encuentran en todos los puestos o paradas. Las venden, junto con el demás pescado todo excelente, en algunas de las paradas que hay en el mismo edificio de la lonja donde las subastan; me salían a unos 10 euros la unidad, no más baratas que al día siguiente en el mercado de Palafrugell y me las llevaba embaladas en unos "tuppers" con hielo abundante.

Pero recién pescadas, recién desembarcadas y recién subastadas, nos las comíamos el mismo día para cenar, a ser posible coincidiendo con alguno de los días que también subía mi hijo. Antes mi esposa y luego mi hija, las hacían a la plancha con sal gorda; y nada más ni nada menos...

Como que a mi nieta no le gustaban las cabezas, le cambiaba las suyas por alguna de mis colas. Y me dedicaba a chuparlas hasta la extenuación... cosa que solo he hecho con estas o con alguna cigala también recién pescada.

Y a los amantes de la cocina moderna (y pija o snob), que se encandilan con el ravioli (uno) de langostino (uno) pero, eso sí, aromatizado con una reducción de vinagre de Módena, pues que les den pol culo; muy educadamente, eso sí...

Coronel Von Rohaut

2 comentarios:

Blau Naval dijo...

Ara no sé a qui se li va acudir (sempre hi ha algun metge amb ganes d'amargar-nos la vida), que xuclar els caps de les gambes és perjudicial. Doncs amic, jo ho penso fer fins el darrer dels meus dies. A fi de comptes I did it my way...

Coronel Von Rohaut dijo...

Jo, i entre d'altres adversitats degudes a l'edat, tinc uns problemes intestinals sembla que per haver menjat massa carn vermella i poca fibra durant molts anys. I que em fan la punyeta.
Quan, al metge-digestòleg que em porta, l'hi vaig preguntar quina dieta tenía que seguir, a part de recomenar-me que evitès un parell de coses, em va dir: "menja lo que vulguis que ja et sortirà un metge cabró que t'ho prohibirá tot..."