No tengo ni idea si este "palabro" es correcto pero, desde que a principios de los años 50' del ya pasado siglo XX, se inventaron los missiles con cabeza buscadora a través de la detección, con un sensor, de los rayos infrarrojos que todo tanque, avión o elemento mecánico en funcionamiento emiten, o calor radiado, se buscó la solución para esconder, camuflar o, como mínimo reducir, tal radiación y evitar que el missil pueda alcanzar el blanco u objetivo.
En la imagen, un cañonero AC-130U "Hercules" lanza "flares", bengalas, que emiten masas de rayos infrarrojos para desviar y confundir las cabezas buscadoras de los missiles "heat seeking", que dejan de dirigirse hacía las menores emisiones de calor de los motores.
Otro sistema, incluso anterior pero todavía usado, es oscurecer el blanco u objetivo mediante la dispersión, alrededor, de partículas metálicas, especialmente de bronce que absorben la radiación infrarroja, pero que puede crear problemas de contaminación ambiental y que, respiradas por las personas, pueden causar graves enfermedades.
Para ello, el Pentágono está subvencionando estudios científicos para diseñar otros sistemas de oscurecimiento. Veremos... o no veremos.
Coronel Von Rohaut
No hay comentarios:
Publicar un comentario