Ahora que en el anterior "post" he citado a los celtas de Inglaterra, me viene a la memoria una aberración fomentada por el cine de Hollywood y sus "apaños" históricos.
En las películas de "Robin Hood" (o de los Bosques) y de "Ivanhoe" y otras, se da a entender que dichos personajes legendarios si bien más o menos inspirados en seres reales contemporáneos del rey Ricardo Corazón de León (*) o Ricardo I (de la casa Plantagenet, en la imagen), eran los valedores y defensores de los anglo-sajones, frente a los normandos invasores (y malvados). Y como si los anglosajones fueran los habitantes originales de las Islas Británicas.
Pero los celtas habitantes originales eran los "britanos", a los que los anglos y los sajones, tribus germánicas e invasoras, los habían casi exterminado anteriormente.
Y mientras los habitantes originales de Escocia eran los salvajes "pictos" (quién no lo era entonces...) que se enfrentaron a los romanos, siglos después los anglo-sajones (y los britanos que pudieran quedar) fueron invadidos, a su vez (pero nunca más en la historia), por los franco-normandos de Guillermo el Conquistador.
Coronel Von Rohaut
(*) Un normando, (biznieto de Guillermo el Conquistador, si no me equivoco) hijo de Enrique II y de Leonor de Aquitania, Duque de Normandía y de Aquitania, y Rey e Inglaterra pero que casi no vivió nunca en Inglaterra; hablaba habitualmente en francés y escribía poesía en occitano (la lengua de los trobadores y del país de su madre). Hermano mayor de Juan sin Tierra que le sucedió y concedió (a la fuerza...) la "Carta Magna" a sus súbditos ingleses, que lo celebran como el inicio del Parlamentarismo (si bien el catalán fue anterior en unos poco años...).
domingo, diciembre 22, 2013
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2 comentarios:
No confunda usted el parlamentarismo moderno, mi coronel, con las Cortes estamentales. La Carta Magna no es una constitución sino un fuero.
Pero si que fue un inicio; un proto-parlamentarismo, podríamos decir y que marcó el camino a seguir en el futuro.
Menos en España, ella siempre tan retrógrada; y Francia, pero allí lo solucionaron con "Madame la Guillotine", tan necesaria a veces.
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