En la línea de TGV Barcelona-París, Francia no ha terminado las vías (entre Nîmes-Montpellier y Perpignan no son, todavía, las especiales de alta velocidad y los convoyes deben ralentizar su marcha, y el gobierno español jamás ha realizado ninguna presión), mientras que para los ramales de Barcelona-Toulouse, Lyon y Marseille, que sirve el AVE español, la ministra Pastor ha destinado convoyes antiguos, del año 1992, que inauguraron la línea Madrid-Sevilla.
¡Qué cabrones...!
Coronel Von Rohaut
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