- Con la LOMCE o Ley Wert consigue, en lugar de modernizar la enseñanza, que buena falta le hacía al país (que más burro no puede ser), tratar de hacer desaparecer una de las tres lenguas y culturas del estado español: genocidio cultural que da total prioridad y preeminencia al castellano y en contra del catalán que, durante siglos, ha resistido los embates de la absorbente cultura centralista, ocupante e integrista.
- Con el proyecto de Ley de Seguridad Ciudadana, que también buena falta le hacía pero bien hecha, se conculcan los más elementales derechos del pueblo que tan duramente se habían ido conquistando en los ultimos tiempos y después de años de no haber tenido ninguno.
- Con la nueva Ley del Aborto, en realidad, no se mejora (que alguna falta sí que hacía para evitar abusos) si no que se suprime prácticamente el derecho de la mujer a interrumpir el embarazo, bajo casi cualquier circunstancia y, especialmente, incluso en el caso que se pueda dar a luz a un ser deforme. Se retrotrae la libertad de la mujer a lo que sucedía hace 30 años, cuando las mujeres ricas o sus hijas iban a abortar a Londres. Las pobres que se jodan (¿por qué se dejaron joder? debe pensar el Gallardón que dicen es del Opus y su mujer la hija de un falangista notable de los tiempos de Franco) o se mueran en abortos clandestinos y sin garantías médicas ni sanitarias.
Que los catalanes (y muchos castellanos buenos y honrados, que los hay) tengamos que sufrir a estos zánganos cavernarios, integristas y los más retrógrados, malvados e ineptos políticos de Europa, ha de tener algún significado
¿Qué mal hemos hecho, Dios mío, para sufrir tal castigo bíblico, peor que las plagas de Egipto?
Coronel Von Rohaut
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