El mismo ministro Cañete (de una dinastía castellana de altos funcionarios del Estado español) que en un anterior gobierno del PP y con Aznar, ya dijo, contundente y chulescamente, que el Plan Hidrológico Español se aprobaría "por cojones", entonces no lo pudo llevar a término pero ahora ya lo ha perpetrado.
Y para que no se le retrasara demasiado y, otra vez, no pudiera llegar a tiempo de consumar la fechoría contra los catalanes, lo ha desgajado en distintos planes parciales (los demás como el Tajo, el Segura, etc., ya los irá aprobando) y éste viernes ha hecho aprobar por el gobierno el del Ebro. En palabras de la vicepresidenta enana, la Soraya, "se ha regulado el tramo español del Ebro" (*).
Dejando bien claro, inconscientemente o no, que de lo que se trataba era de fijar toda una serie de nuevos regadíos (miles de hectáreas adicionales) río arriba (**) y detraer, del caudal del Ebro, toda el agua que se pudiera (con nuevos y costosos embalses, etc.) antes de su entrada en tierras catalanas.
El caudal mínimo que, con este nuevo plan, se asegura en el tramo final, menos de la mitad de lo que habían solicitado los técnicos hidrológicos y las gentes del Delta del Ebro, no impedirá que aumente su regresión, entre agua de mar, se salinice dicho tramo final del río y se destruyan los acuíferos de agua dulce. Es posible que llegue a desaparecer el Delta del Ebro, así como sus actuales y ricos cultivos hortícolas y arroceros (estos últimos ya llevan tiempo reduciéndose por excesiva entrada de agua de mar).
España sabe que, antes o despues, perderá Catalunya y ya está aplicando (lo viene haciendo, con más o menos descaro, desde hace años) la malvada técnica militar guerrera de "tierra quemada". Antes de retirarse nos quieren transformar en un erial y lo están consiguiendo; ponen todo su empeño (***).
Ellos, los castellanos, hacen lo correcto desde su punto de vista. Lo que no se entiende es que todavía quede gente en Catalunya (catalanes o simples residentes, si bien cada día menos) que no se den cuenta del atropello continuo que sufrimos por parte de España y sigan, de rodillas, acatando las leyes del amo dominante, saqueador y expoliador.
Coronel Von Rohaut
(*) Si Catalunya ya fuera un país independiente no lo hubiera podido llevar a cabo. Las leyes internacionales sobre el reparto compartido de aguas arriba son muy estrictas.
(**) Luego sobrará producción hortofrutícola en España (Rioja, Aragón), no se venderá su producción por falta de mercado y se derrumbarán los precios de los agricultores...
(***) Ni autovías gratuitas suficientes (en el resto de España sobran), ni trenes de cercanías o regionales modernos y eficientes, ni aeropuerto transoceánico, ni puerto bien conectado ni, ya antes, industria manufacturera diversificada que se ha ido desmontando (con total indiferencia del gobierno central), y ahora ni agricultura viable ni agua. Es bien aquello tan conocido de "al enemigo, ni agua" y lo están cumpliendo a rajatabla.
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