Alguien recordaba hoy que siempre que en un país han coincidido dos (o más) líderes en la misión de conducir su país hacía la libertad y/o independencia, se han producido choques.
Hasta sangrientos, como en la Revolución Francesa, en la que se guillotinaban los unos a los otros.
O más cercano y paradigmático, el caso de la independencia de la República de Irlanda donde la distinta visión de hasta donde y cómo conducir el proceso, por parte de Eamon de Valera y Michael Collins, llegó hasta a que el primero (a la derecha de las dos imagenes) dejó, o indujo a, que mataran al segundo (centro e izquierda en uniforme).
Estoy seguro que no llegaremos a tanto...
Coronel Von Rohaut
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