También han sido culpables. Culpables de gastar sin tino en épocas de mayor bonanza, pero no el dinero que ellos producían si no el que les prestaban.
También es cierto que el cinismo de las grandes potencias es enorme. Francia y Alemania les daban grandes préstamos pero condicionados a que les compraran buques, aviones (*) y tanques, aprovechándose de la necesidad de los griegos de gastar mucho en defensa por culpa de su secular enfrentamiento con Turquía, antigua potencia invasora y ocupante y con la que mantienen el desacuerdo de Chipre.
Pero la evasión fiscal ha sido monstruosa. Y especialmente entre las grandes fortunas griegas, las de los empresarios navieros que es la primera industria del país. Los navieros estaban exentos de pagar ningún impuesto, legalmente, con la excusa que era para que no se fueran del país. ¿Pero de qué sirve que se queden si no aportan nada...?
Ya veremos cómo Syriza se las apaña para conseguir que ahora paguen las gentes que nunca han pagado, y sus hijos han heredados también las costumbres; y hay costumbres que costará desterrar ya que si los ricos no pagaban, la gente normal también procuraba pagar lo menos posible.
Coronel Von Rohaut
(*) Luego llegaban los americanos y les hacían la competencia, regalándoles aviones a los griegos; los americanos se lo pueden permitir.
(PS) En la imagen superior, el gran naviero Stavros Livanos, cuyas hijas se desposaron con Stavros Niarchos y con Aristoteles Onassis (que luego se divorció y casó con Jacqueline Kennedy). Y sus hijos/hijas han seguido golfeando...
martes, enero 27, 2015
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