Pues hasta su padre, un día que estaban esperando en una sala de Lausanne y entró Messi, el Mourinho le dijo (y se ecuchó) a su hijo "Mira, ahí le tienes, ve a tocarlo".
Pero ahora el niño ya ha crecido y ha publicado una foto suya (tomada a través del espejo), con la camiseta del Barça y el número 10 de Messi, y ha twiteado: "Día perfecto, gana el Barça, gana el Chelsea, empata el Madrid y pierde el Benfica; me voy a cenar con mi padre".
No se pude ser más "culé" (y anti-madridista como yo) y la caverna mesetaria y troglodita madrileña, que ponía al Mourinho por las nubes cuando estaba en Madrid, ahora debe reventar de rabia y echar espumarajos por la comisura de los morros. ¡Pobres...!
Coronel Von Rohaut
miércoles, agosto 26, 2015
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