Unos españolistas, catalanes traidores y botiflers algunos, medio bastardos otros, pero mayormente individuos sobrevenidos que, muy legítimamente, prefieren seguir siendo españoles residentes en Catalunya antes que catalanes; que no lo son (*).
Y que mancillan y deshonran la frase "Sociedad Civil Catalana" ya que ésta, desde tiempos lejanos, define a aquel potente tejido asociativo catalán de agrupaciones cívicas que, con gran vocación de servicio y de voluntariado, crearon y fundaron "Clubes y Centros Excursionistas" que estudiaron, redescubrieron y dieron a conocer el país, sus pueblos y sus gentes, costumbres y tradiciones. Que fundaron corales y grupos artísticos o teatrales para darle una vocación a las juventudes, levantando bibliotecas y centros cívicos y deportivos, así como Cajas de Ahorros y de Pensiones y mutuas de asistencia, llegando donde no llegaban las políticas sociales (¿las había?) del malvado estado español. Y manteniendo la cultura, la lengua, y no dejando que cayera en el olvido la escondida, y si acaso tergiversada, historia de Catalunya.
Yo les maldigo a estos individuos, por utilizar una denominación, que nació con la "Renaixença" de finales del siglo XIX, y a la que ellos ensucian.
Y se reunieron estos tontos útiles de anteayer para clamar contra la independencia de Catalunya. ¿Pero si no son ni quieren ser catalanes, que me ha de importar a mí su puta mierda de opinión deformada, sesgada, sectaria, dirigida y españolista...?
Coronel Von Rohaut
(*) No es cierto lo que decía el "padre Pujol", que "es catalán todo el que vive y trabaja en Catalunya", si no que "es catalán el que ha nacido aquí o vive y trabaja en Catalunya, y se siente catalán y quiere serlo". ¡Que si no, non!
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