A principios de la IIGM y cuando aún no habían sido popularizados los radares (*) y menos los de tamaño reducido que podían equipar a los navíos, todo el mundo se quedó admirado de la precisión con la que la artillería principal (8 cañones de 380 mm de calibre, en 4 torres dobles) del acorazado "Bismarck",
orgullo de Hitler, casi en una primera y certera salva tocó y hundió al crucero pesado de batalla "Hood" (**) de la Royal Navy (y posteriormente dañó gravemente al acorazado "Prince of Wales").
Esta precisión era fruto de la tecnología alemana en sus productos ópticos y, en este caso, los telémetros estereoscópicos de la marca "Carl Zeiss" de Jena, del sistema de control de tiro del que estaba dotado este navío, el mas poderoso en el momento de su botadura.
Coronel Von Rohaut
(*) Al principio solo los ingleses, que eran sus inventores, se habían dotado de unas grandes estaciones de vigilancia en la costa para detectar la llegada de las oleadas de bombarderos de la Luftwaffe, con unas antenas inmensas.
(**) Con el mismo poder artillero (salvo la dirección de tiro) pero mucho menos (casi nada, no era un acorazado) blindaje que el buque alemán que, en este aspecto, fue un ejemplo gracias a sus aceros "Krupp".
jueves, enero 05, 2017
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