Pero la verdad, y cualquier observador avisado ya lo habría constatado, en Barcelona no se dio ni el más mínimo caso de violencia hasta el momento en que los dirigentes de las Fuerzas de Ocupación abrieron las jaulas de la Gestapo y de las SS (*) y soltaron a sus animales rabiosos con la orden expresa y manifestada ya desde su salida de sus lugares de origen ("A por ellos, a por ellos"), de hinchar a hostias a los díscolos catalanes (**).
Coronel Von Rohaut
(*) No, ni por un momento quiero comparar a la Policía Nacional española ni la Guardia Civil con la alemana de la apoca nacionalsocialista. Entre otras cosas porqué incluso dentro de su maldad y perversidad, los teutones eran mucho más eficientes que los pobres e ignorantes castellanos que, ni en esto, les llegan a las suelas de los zapatos (o de las botas)...
(**) Cuya única misión en este estado corrupto y mafioso es la de pagar y cerrar la boca. Y si el Puigdemont (único culpable de todo lo ocurrido, claro que sí...) quiere acabar con todo esto, como muy bien dice el señor Rajoy, solo tiene que rendirse sin condiciones y bajarse los pantalones (¡que parece mentira que los catalanes no lo tengamos ya bien aprendido...!)
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