Varios artículos (*) señalan, avergonzados e indignados, la actitud de este juez español del Supremo que dejó que policías y guardias civiles expresaran libremente sus opiniones, incluidos sentimientos y percepciones personales (hasta las más ridículas por parte de incultos energúmenos mamporreros...),
mientras que a Marina Garcés, profesora doctorada en filosofía y testigo de la defensa, la cortó con prepotencia, desdén y mala educación, diciéndole que sus apreciaciones personales no tienen ningún interés ni importan al tribunal...
¿Juicio imparcial a los presos políticos catalanes? ¡Y una mieeerdaa...!
Coronel Von Rohaut
(*) De periodistas catalanes, claro, que los medios españoles felicitan al Marchena diciendo que está demostrando más paciencia que Job, con los abogados catalanes, cuando ya ha mostrado su sectarismo repetidamente. Para ellos no habría ni juicio: de cabeza a la cámara de gas...
miércoles, mayo 15, 2019
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