Siempre he tenido una especial devoción por estas auténticas obras de arte en acero de la ingeniería mecánica y siderometalúrgica, y debido a que España tiene una de las orografías más duras de Europa, solo por detrás de Suiza (*), necesitaba grandes potencias para arrastrar sus ferrocarriles y por ello las máquinas fabricadas aquí eran muy poderosas (más "arrastreras" que veloces).
Como la
"Santa Fe" de la imagen superior, la más potente de Europa en su momento y construida en Barcelona por La Maquinista Terrestre y Marítima o la
"Mikado" (abajo) que construyeron (bajo licencia americana) varios fabricantes españoles como Macosa (Can Girona en Barcelona, y en otras factorías en distintas poblaciones españolas), Maquinista, Babcock y Euskalduna.
Y que ya no eran "carboneras" sino que funcionaban con calderas de "fuel".
Y en los años 60 RENFE encargó a la Maquinista 10 unidades de la serie
"Confederación", que fueron las más potentes jamás construidas y en circulación en Europa. Y las últimas...
Luego, con la generalización de la más limpia y eficiente tracción eléctrica, Francia nos superó, especialmente con los productos de la empresa alsaciana Alsthom.
Coronel Von Rohaut
(*) Donde lo que proliferaron fueron los funiculares y trenes-cremallera.
Francia, salvo unos grandes macizos montañosos muy localizados y, sobre todo, Alemania y la mayor parte de Europa central, son unas inmensas llanuras. Y el récord de velocidad absoluto para una locomotora de vapor lo detenta, desde el año 1938, la inglesa y aerodinámica
"Mallard", del tipo Pacific, en 202,58 kms
/h.
(PS) Y en las "escuelas de aprendices" barcelonesas, figura hoy desaparecida, de la Maquinista, Hispano Suiza (fábrica de automóviles) y Casa Elizalde (fábrica de motores de aviación), se formaron los mejores torneros y fresadores de la época, de los que yo conocí a algunos... Mientras que hoy, en España, hay una brutal falta de obreros cualificados en oficios, y de oficiales profesionales. Todos prefieren ser "ingenieros" antes que "mano de obra"...
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