Había nacido en un fuerte del oeste durante un ataque de los indios, hijo de un teniente general condecorado con la Medalla de Honor del Congreso, que él también obtuvo mas tarde.
Se graduó en West Point con el nº 1 de su promoción (con la tercera mejor puntuación de toda la historia) y entre las dos guerras mundiales fue director de dicha Academia.
Luchó en tres guerras de nivel mundial, la Primera Mundial en la que fue el General de División más joven. Luego fue el Major General también más joven y, ya jubilado, volvió para combatir en la Segunda Mundial, donde alcanzó el grado de General de Cinco Estrellas (General of the Army). Y terminó su carrera en la Guerra de Corea.
Es el militar americano más condecorado de la historia.
Al principio de la invasión japonesa tuvo que retirarse, huyendo de la fortaleza de Corregidor (Filipinas) a bordo de la torpedera PT-41, abandonando sus tropas pero proclamando: "I shall return" (¡Volveré!). Lo que cumplió pocos años después con su desembarco en Leyte (Filipinas) (*).
Aceptó la rendición del Japón en una ceremonia a bordo del acorazado "Missouri", anclado en la bahía de Tokio
Tras su relevo del mando , en la guerra de Corea, tuvo el privilegio de dirigirse, en su despedida, ante el Congreso de los Estados Unidos reunido en sesión conjunta de Representantes y Senadores, pronunciando otra de sus frases famosas, sacada de una vieja canción cuartelera:"Old soldiers never die, they just fade away". (Los viejos soldados nunca mueren, solo se desvanecen lentamente...).
Coronel Von Rohaut
(*) Foto de arriba.
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