"La Vanguardia"

Cómo en este mundo todo es relativo, no puedo dejar de constatar que este periódico, el que yo leo a diario, es el mejor de España, a distancia sideral de los mesetarios y carpetovetónicos Mundo, Razón y ABC e incluso que el menos cavernario pero igual de sectario País.

Por descontado, tanto su propiedad como la dirección, el Antich, son liberales en la mejor tradición de la alta burguesía catalana pero vergonzosamente españolistas y catalanistas-encajistas, al igual que la mayoría de sus analistas políticos, el Juliana, el Barbeta y "tutti quanti".

Pero al menos dan cancha a otros mas decentes, cómo el Francesc Marc Alvaro, el Quim Monzó y, sobre todo y muy por encima, la Pilar Rahola y el Toni Soler que, con su ironía habitual, este último hace hoy un resumen de cuando la discusión del primer Estatut (*) en la que los Pujol y demás negociadores catalanes de entonces ya se dejaron joder y bien joder por los españoles de entonces y de siempre, el Suarez y el Guerra. Y que de aquellos lodos nos han llegado estos fangos ya que en la España española, nada hay nuevo bajo el sol y sea de la derecha, del centro o de la pseudo-izquierda, siempre nos llegan las mismas hostias y nos enculan sin condón, sin pedirnos permiso antes y sin darnos las gracias después del revolcón del que, por cierto, siempre habremos tenido, encima, que pagar la cama... (**).

Coronel Von Rohaut

(*) Ya por entonces, Ramón Trías Fargas clamaba por el saqueo español a Catalunya y alertaba del choriceo de las balanzas fiscales que, desde entonces, no hicieron mas que empeorar.
(**) La palangana, con agua de mar destilada pero sucia, la ponen el Saura y el Baltasar, mientras la Mayol trae las toallas y el Bosch, el Pérez-Moya, Joan Herrera (el Ciclista), Jordi Miralles, etc., se pasean en tanga por la sala del prostíbulo... Por donde tambien merodean en bragas y sostenes, por si cae algún "servicio", el Carod, el Ridao, el Puigcercós... Mientras, el Montilla, el Iceta, el Zaragoza, el Ferrán y demás sociatas, están en la caja y en la recepción de la mayor casa de putas de España, propiedad de los Zapatero y Rajoy de turno, que se la van rifando.