El Tribunal Supremo español dictó sentencia y fue contraria a la inmersión lingüística de la Generalitat de Catalunya, cuya premisa principal declaró inconstitucional. Tanto el Conseller saliente como el entrante de CIU declararon que la sentencia negativa "no afectaba al cuerpo doctrinal de la Ley, por lo que no dejarían de aplicarla". Lo que no es cierto ya que su cumplimiento es obligado. Y dejaron dicho que no la iban a acatar, lo que es un brindis al sol que no podrán sostener, ya que pueden ir a la cárcel por desacato. O sea, disimuladamente, se bajarán los pantalones y "se adaptarán" con cara de decir que no.
El Secretario de Economía español, ante el déficit dejado por sus correligionarios (por cierto, malditos "sociatas") del PSC, ha avisado a la Generalitat que no le dará permiso (*) para endeudarse más. Y el "Govern", ahora de CIU, quita hierro a las declaraciones y dice "que ya negociarán...".
O sea, les van dando palos, les van limitando competencias, les van laminando la mierda de mínimo poder que tenía el gobierno autónomo (?) de Catalunya, y ellos solo saben practicar la política del avestruz, de esconder la cabeza bajo el ala e ir rezando el mismo "mantra":
No pasa nada...
No pasa nada...
No pasa nada...
¿Alguien podría convencerme que no es ya llegado el momento de poner los huevos encima de la mesa y decir ¡PROU!. Basta. Se acabó. A tomar por culo la puta España.
Y si al poner los cojones encima de la mesa te los chafan, pues mira tu, alguien se los tiene que jugar... y ya va siendo hora.
Como dice la divisa de los "SAS" británicos y otras tropas de élite francesas y de algún otro país:
"Quien osa, gana"
Coronel Von Rohaut
(*) Que sin permiso del "jefe" de Madrid, aquí no se mueve nadie.
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