miércoles, marzo 21, 2012

La inmigración en Francia

Al final de la Primera Guerra Mundial se produjo una emigración de rusos "blancos" a Francia si bien en cantidad moderada, pero el país recibió también una inmigración masiva de italianos, incluso durante todos los años 20, así como polaca, armenia, etc..

Y terminada la Guerra Civil Española y luego la Segunda Guerra Mundial, hubo una gran llegada de españoles y luego de portugueses.

Su impacto puede comprobarse en la gran cantidad de apellidos de tales orígenes que hoy ya están plenamente integrados, incluso en la vida política francesa. Y aparte algunos incidentes iniciales de rechazo por los distintos sustratos culturales (*), nunca causaron problemas mayores (**).

Pero a continuación de los anteriores y con el desplome del imperio colonial francés, empezaron a llegar muchos negros africanos y, sobre todo, antillanos, de las posesiones francesas en el Caribe, que han causado muchos problemas de delincuencia. Algunos barrios de París, peligrosos y de difícil convivencia, son "negros".

Nada en comparación, sin embargo, con la invasión de argelinos que se inició con la caída de Argelia, debido a que las autoridades del nuevo país se pasaron por el forro de los cojones los Acuerdos de Evian firmados con De Gaulle y que les obligaban a no castigar a los argelinos indígenas que hubieran colaborado con las autoridades coloniales y a respetar las propiedades de los argelinos de origen francés, pero ya nacidos y afincados allí (los "pieds noirs" que ellos habían levantado un país que antes era un erial, si no un nido de piratas y bandidos). Pero sobre todo fue brutal la llegada de argelinos musulmanes, así como subsaharianos, emigrantes por motivos económicos, y que Francia no ha podido absorber en su totalidad.

Son el actual y mayor "lumpen". Amontonados en "ghetos" pero también fanatizados por una religión que se han empeñado en seguir practicando, incluso en contra de las normas civilizadoras que les ofrece el país de acogida, son una fuente monumental y constante de problemas de seguridad, de delincuencia, de no respeto a las leyes humanas y de igualdad femenina, de desprecio o rechazo a la civilización occidental en su conjunto y sus costumbres.

Y en España y sobre todo en Catalunya, donde ya llueve sobre mojado, llevamos el mismo camino, si Dios no lo remedia (***).

Coronel Von Rohaut

(*) A los suizos les reventaba ver y escuchar a los españoles tocando la guitarra y cantando, de noche, por las limpias y silenciosas calles helvéticas. Y a los franceses les repelía el olor a fritura y ajo de los pisos donde habitaban inmigrantes españoles; solo querían a las españolas como "chachas", las "bonnes espagnoles" que llenaron las casas de la clase media parisien.
(**) Contrariamente a lo que hicieron los emigrantes andaluces y castellanos a su llegada a Catalunya, tanto en Francia como en Bélgica y Alemania, allí no tuvieron mas remedio que aprender y adoptar la lengua del país.
(***) Porqué esperar que lo arreglen los ineptos y pusilánimes políticos, más interesados en defender los intereses de la gran industria que se aprovecha de una mano de obra proletaria y precarizada, es como esperar que llueva café...

2 comentarios:

interbar dijo...

El problema es el Islam. Es una ideología retardataria, pero ellos tienen derecho a practicarla y luego querrán imponerla.

Anónimo dijo...

El tema de la convivencia inmigración es muy complicado... hay culturas que respetan y se adaptan pero otras que es todo lo contrario. Debemos respetar y que nos respeten

Un saludo,
M