Esa que lo único que pretende es "españolizar a los niños catalanes", de lo que hemos de agradecer que el ministro, un sinvergüenza, no se ha escondido nunca.
El decreto que fija los contenidos curriculares es de un millar de páginas; su equivalente en Francia, país centralista y jacobino por excelencia, solo es de 90 páginas (30 para Primaria). Si esto de España no es adoctrinamiento y pensamiento único, que baje Dios y lo vea...
Entre las medidas que pondrá en práctica la Consellería catalana, está la de no sustituir o modificar los libros de texto y así eludir las enseñanzas a las que obliga el Ministro. Claro que el problema está en que, en los exámenes de final de curso (reválida) cuyos temas fijará el Ministerio e iguales para toda España, los alumnos de la escuela catalana pueden encontrase con preguntas sobre gilipolleces o "españoladas" que no habrán estudiado; y les suspenderán...
¡Cagüen Diez...!
Coronel Von Rohaut
martes, enero 28, 2014
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