De la entrada en servicio (durante la IGM) del acorazado USS Oklahoma (de la entonces moderna clase Nevada), que fue hundido por los japoneses en el ataque a Pearl Harbor en diciembre de 1941.
Los que defienden la nada descabellada "teoría de la conspiración" según la cual el presidente Roosevelt propició (o por lo menos no evitó) dicho ataque con el fín de facilitar y justificar la entrada de los USA en la IIGM, se basan en la evidencia que todos los buques hundidos o dañados por la "japos" en dicho ataque a traición eran reliquias de la IGM. Los preciosos portaaviones de la US Navy no estaban en el puerto... y los USA rapidamente aceleraron la construcción de muchos, nuevos, modernos y poderosos buques de guerra.
Coronel Von Rohaut
martes, mayo 03, 2016
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