El uno de octubre 2017, explicado en las viñetas de Fontdevila

Pero mis recuerdos personales de dicho día, aparte de la ilusión de estar en las inmensas colas de gente que queríamos votar y de apreciar la labor intensa de jóvenes que, con sus móviles y tabletas, luchaban a brazo partido para contrarrestar (y lo conseguían) los ataques informáticos del poder que impedían usar los censos, son especialmente, la policía española exclamando "¿Pero donde están las putas urnas, hostia?", porqué no encontraron ni una sola a pesar de los esfuerzos de varios días entrando a saco en distintos organismos y lugares. Y todavía no han digerido su fracaso estrepitoso y ridículo...

Así como la imagen entrañable de un pueblo de Catalunya donde, en la parroquia y mientras el cura decía plácidamente la misa, en un rincón varios jóvenes se afanaban en recontar los votos emitidos, a resguardo de la vigilancia policial. Esto si que era verdaderamente "la religión al servicio del pueblo...".

Coronel Von Rohaut