Que al Pedro Sánchez Pérez Castejón (nieto de un general franquista), que con su nombramiento de un "relator" (para no decirle mediador entre Catalunya y España), para negociar con Catalunya (¡qué crimen tan horrendo!), y que ni llega al "aprobaré el Estatut" de Rodríguez Zapatero (*), los fantoches de la ultraderecha hispano-castellana, apoyados por los neandertales, parásitos vividores y chupópteros aprovechados de su propio partido, le llamen "traidor a España" y hasta "felón", dice mucho del nivel de la democracia española que, en si misma, ya es un oxímoron y ejemplo de sociedad integrista, retrógrada, inquisitorial, intransigente, cerrada, y tan obtusa y fanática como el islamismo más radical (**).
¡Vergüenza me daría a mí ser español...!
Coronel Von Rohaut
(*) Promesa que, como ejemplo de palabra de hidalgo castellano, luego se fué por el sumidero del fregadero.
(**) Sí, se nota en el ADN de los españoles que los "putos sarracenos y moros" anduvieron muchos siglos por aquí y dejaron su nefasta impronta en la sociedad...
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