Pau Claris i Casademont, 94º president de la Generalitat de Catalunya (el Conde de Urgell había sido uno de los primeros, entonces llamada "Diputació del General" o delegado del rey durante su ausencia de Catalunya), y que proclamó la primera República Catalana en 1641 con motivo de la Guerra dels Segadors, contra Felipe IV y el Conde Duque de Olivares. No fue encarcelado (también al perder la guerra contra los muy superiores en número castellanos) sino que, según todos los datos, fue asesinado por envenenamiento el mismo año.
Joan Sala i Ferrer, Joan de Serrallonga, bandolero pero luchador contra el Virrey de Felipe IV, capturado, torturado y ejecutado el 1634.
Héroe de la Guerra de Sucesión, el general Josep Moragues, defensor de la causa austriacista frente a los borbones, fue detenido, encarcelado, torturado, descuartizado y decapitado en 1715, y su cabeza expuesta en una jaula en el Portal del Mar (actualmente Plá de Palau) durante 12 años...
Pere Joan Barceló i Anguera "Carrasclet", guerrillero favorable a Austria, prisionero de los Borbones y encarcelado en Cadiz (murió en combate, en el exilio, en zona alemana, en 1743).
Baldomer Lostau i Prats, cofundador de la efimera segunda República Catalana en 1873, tuvo que exiliarse a Francia.
Francesc Pi i Margall, presidente de la primera República Española en 1873, federalista militante y partidario de los USA y de la independencia de Cuba, tuvo que exiliarse en Paris.
Francesc Maciá i Llussà, "l'Avi", ingeniero y coronel del ejército español y que lideró varias revueltas para independizar Catalunya. Bajo la dictadura de Primo de Rivera tuvo que exiliarse en Bélgica, Argentina y Cuba. Más tarde y durante la República Española, proclamó la República Catalana, que no se materializó. Fue presidente de la Generalitat autonómica y, afortunadamente para él, falleció en 1933 antes del levantamiento militar o golpe de estado del general fascista Francisco Franco que, sin duda, lo habría fusilado.
Lluis Companys i Jover, presidente de la Generalitat durante la República Española, proclamó la República Catalana en 1934, que tampoco se hizo efectiva. El gobierno republicano, pero conservador y centralista de Madrid, le detuvo y encarceló ignominiosamente (en un buque apestoso anclado en el puerto de Barcelona), junto a sus ministros. Con el triunfo de las izquierdas fue indultado (¿qué me recuerda esto...?).
Perdida la Guerra, se exilió a Francia pero fue detenido por la Gestapo alemana que lo entregó a Franco que, tras un juicio sumarísimo y sin ninguna garantía, lo hizo fusilar en 1940 en los fosos de Montjuic. No fué ni un político excelente ni un catalanista convencido, pero fue convertido en mártir .
Como tantos catalanes que se han atrevido a enfrentarse a Castilla y muchos fusilados y masacrados durante la post-guerra falangista y franquista...
Y ahora, los Puigdemont, Junqueras, Rull, Turull, etc. por querer fundar nuevamente la República Catalana (iríamos por la tercera o cuarta) están o exiliados o presos de los españoles, que no les perdonan que defiendan que somos diferentes y queremos ser nosotros mismos.
Coronel Von Rohaut
(*) Jaume d'Urgell era descendiente, por línea paterna, del Casal de Barcelona pero Fernando, candidato por línea materna, era el protegido por valencianos y aragoneses (que en el Compromiso de Caspe eran más...) en los que prevaleció, a la legitimidad de Jaume d'Urgell, su ya incipiente, envidiosa, visceral y viciosa catalanofobia, que aún perdura...
(PS) Y perdón por el rollo de historia, seguramente incompleto y plagado de erratas.
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